Странице

среда, 4. јул 2012.

Miguel Ángel Muñoz: "Mis padres me han dado absolutamente todo"




¿Cómo te estás sintiendo como protagonista en la serie?
-Con muchísimo miedo porque es mucha responsabilidad. Todo gira entorno a Ulises. Para mí, cada capítulo es como una película porque de 70 secuencias mi personaje está en 68 y mantener el nivel emocional es muy difícil. En un largometraje tienes más tiempo para cada plano. En la televisión el ritmo es más rápido. Eso te exige mucha concentración para seguir el hilo emocional de cada capítulo, además que se graban en desorden. Es lo que más trabajo me está costando. Le pasan muchas cosas al personaje y, a veces, grabamos tres capítulos a la vez. Me doy cuenta de la oportunidad que es este proyecto y de la confianza que Antena 3 y Ficción Televisión han depositado en mí y eso me hace poner todo en el asador. Si acaba sin gustar toda la ilusión, cariño y esfuerzo de estos cuatro meses se quedan en nada y sólo toca ir a casa a esperar otro trabajo.
-Debe ser un momento importante para ti...
-Los tres proyectos anteriores también han sido muy importantes. Con nueve años hice un papel en cine y, desde entonces, no paro. Cuando cumplí diecisiete años y llevé el proyecto de  Un paso adelante  fue la oportunidad de mi vida porque pude formarme como actor, además de cantar, bailar. Aprendí mucho durante tres años. Tuvimos la suerte de mezclar ficción y realidad, y dar una gira de conciertos que como actor nunca había hecho y que terminó una vez acabado el proyecto. Encima nos ha abierto las puertas a catorce o quince países en todo el mundo donde se emite la serie.  El cartero de Neruda  fue otro paso importante para reconducir mi carrera hacia la interpretación que es mi camino. Fue un cambio de registro que rompía con los papeles que había hecho de chulo, engreído.
-Quizá este personaje aporta una madurez a tu perfil...
-Siempre he estado muy orgulloso de mi recorrido profesional y, especialmente, del personaje Rober de  Un paso adelante . Lo llevo por bandera y lo llevaré toda la vida. A muchos actores se les recuerda por uno de los personajes que ha interpretado, y esto, a mi manera de ver, significa que ha llegado al público. Cierto es que al estar tanto tiempo en emisión la gente acaba viéndome como Rober. Convertirme en Ulises a lo mejor me ayuda a que vean que, como actor, interpreto distintos papeles y que un día puedo ser ese chulo y al otro, un tierno cartero o un Ulises desconcertado. Lo que realmente me preocupa es que el público no nos acompañe en la serie y el sueño que llevo viviendo tantos años y, en especial, estos cinco últimos en los que he estado enlazando muchos trabajos, se termine aunque sería lo normal. Lo raro es seguir trabajando de continuo como me está pasando. Tengo mucha suerte, ojalá que continúe y el público nos vea.

-¿Qué parte del rodaje te ha resultado más dura?
-Mantener a mi personaje estresado y angustiado a lo largo de los capítulos es agotador, sobre todo al comienzo de la serie. Cuando llegaba a mi casa estaba hecho polvo.
-¿Miguel Ángel Muñoz ha sufrido ese síndrome?
-Por suerte he tenido una infancia normal y mis padres me han dado absolutamente todo. Empecé a trabajar y a vivir dentro de este mundo desde pequeño. Me siento como pez en el agua aunque sigo con mis nervios y viviendo cada momento como especial.
-¿Has sentido alguna vez esa angustia que siente Ulises al dejar la comodidad del nido?
-Me voy identificando cada vez más con Ulises. Aprendo mucho de él. Todos los pacientes y la gente con la que va compartiendo trama le enseñan muchas cosas. Por suerte no he vivido tan bien como mi personaje que no ha dado palo al agua en su vida. Llevo trabajando muchos años y cada cosa me ha costado mucho, pero es cierto que mis padres han trabajado desde muy jóvenes y me lo han dado prácticamente todo. He vivido bastante bien, no me puedo quejar para nada. Lo que más me identifica con Ulises son las ganas de aprender que van aumentando en él cada capítulo y el sentimiento solidario que le nace queriendo ayudar cuando hay un problema.
-¿Qué es lo que más disfrutas de  El síndrome de Ulises ?
-Los momentos surrealistas que vive el personaje, parte del síndrome que sufre que le causa, entre otras cosas, insomnio. Todos los días sueña y escapa de la realidad, aunque no del agobio, y sale ligeramente del estado en el que suele estar. Por ejemplo, en todos los capítulos aparece una oveja. No es una obsesión del director (risas), es de Ulises. Estoy deseando seguir leyendo para descubrir de qué va todo eso. También tiene sueños medios musicales muy divertidos que intentan reflejar, de una manera surrealista, las tantas cosas que le pasan a lo largo del día y que hacen fluctuar su estado anímico. En cada sueño la oveja y yo nos encontramos en distintas situaciones, a veces en la calle u otras le estoy dando un beso.
-Tener a una oveja en el reparto no debe ser sencillo...
-Sí. Es muy difícil trabajar con animales y la oveja es un personaje fijo de la serie (risas). Las cabras parecen ser más listas porque trabajamos con una y lo hacía genial, pero con la oveja tuvimos que estar una hora el otro día para que viniera hacia mí. Practicamos antes de grabar un montón de veces. Le poníamos comida y venía, luego le quitábamos el plato, lo hacía con la mano y también venía. Pero era  Acción  y se quedaba quieta. Parecía como si lo supiera. Al final opté por acercarme a la oveja como pude. Fue un desastre.
-¿Cuál es tu relación con la  pingarrona  de la serie, Reyes?
-Son muy diferentes Reyes y Ulises. Ninguno a priori se enamoraría del otro, pero los polos opuestos se acaban atrayendo. Le ocurrirá a ellos, pero tendrá que pasar mucho tiempo antes de que fragüe. A pesar de irse adaptando al barrio, Ulises sigue viendo a Reyes como una chica  macarra  de botas horrorosas y tanga por fuera de la falda aunque se la mire, que ni sabe hablar. Aunque, poco a poco, se van dando cuenta de que sus vidas son como un espejo el uno del otro. Sobre todo en el capítulo quinto donde se ve la relación que tiene cada uno con su padre y van llegando el uno al otro a través de sus vidas paralelas. Eso hace que la atracción sexual sea mayor.
-¿Te apetecía volver a la televisión o ha sido el proyecto el que sedujo?
-Me encanta hacer televisión y me encanta trabajar. Hace menos de seis meses que estaba haciendo otra serie que era  Mis adorables vecinos  y que fue inmediatamente después de  Un paso adelante . Lo compaginaba con la gira de  El cartero de Neruda . Por eso no ha sido volver sino continuar.
-¿Te hicieron otras ofertas en paralelo a este proyecto?
-Sí. Cuando me ofrecieron este papel estaba medio comprometido con otro en televisión, pero no había comparación el uno con el otro. No de factura porque estoy viendo la otra serie y es maravillosa, si no en lo referente al personaje. Aunque también era interesante por ser muy distinto a lo que había hecho tenía menos responsabilidad. Ulises me pareció un personaje mucho más jugoso. Una pista, ahora competimos con la otra serie, pero no voy a decir cuál es.
-¿Y compaginas algún otro proyecto con la serie?
-Ahora mismo no porque no tengo tiempo para nada. Antes de comenzar la serie terminé el rodaje de una película que estrenaré el año que viene,  Intrusos en Manasés , una película de miedo. Belén López, Armando del Río, Marina Gatell y yo somos los protagonistas. Cuando acabé tuve un mes de vacaciones y lo empleé en hacer un curso para profesionales de Juan Carlos Coraza. Ha sido la primera vez desde que llevo trabajando que me he puesto a estudiar interpretación porque no había tenido tiempo. Tenía muchas ganas de aprender y ponerle nombre al trabajo que hago cada vez que me preparo un personaje. Cuando estaba terminando el curso me puse a trabajar en  El síndrome de Ulises , me ocupa de trece a catorce horas diarias. El tiempo restante descanso aunque siempre tengo que prepararme el guión para el siguiente día.
-¿Qué te comenta la gente sobre el personaje?
-Pues que no me imaginaban con esa cara de estrés y de niño bueno.
-Ahora tendrás más estrés que un médico...
-Aunque trabajo muchas horas creo que todos, en sus respectivos oficios, trabajan lo mismo que yo. No me gusta quejarme ni me quejo porque estoy aquí en plató encantado aunque me ocupe todo el día. La oportunidad es muy grande y tengo que aprovecharla. Si que me quejara sería un egoísta porque hay montón de compañeros que están en el paro y con más talento que yo.

Нема коментара:

Постави коментар