Cogidos por los pelos

Miguel Ángel Muñoz

El año 2010 marcó un punto de inflexión en la carrera de Miguel Ángel Muñoz. Haber estrenado hasta cuatro películas (Intrusos,Lope, No controles y Tensión sexual no resuelta), dos series de televisión (La piel azul y Ben-Hur, esta última aún inédita en España) y un cortometraje nominado al Goya le ha ayudado sobremanera a desligarse de esa etiqueta de chulazo que tanto daña la credibilidad de un actor cuando se le adjudica. "El físico me ha condicionado siempre, por eso es de las cosas que más me preocupan de cada personaje. Siempre estoy pidiendo a los directores más transformaciones, llevar barba, prótesis, engordar... Soy muy pesado con eso porque, como ya sé cómo me imaginan, quiero darles otro perfil. Me encantaría estar en el casting principal de personajes que sé que nunca me van a dar, y por eso me mantengo ahí, en mi lucha". Como agravante cuenta con que muchos lo sigan viendo aún hoy como un ‘actor de televisión' exclusivamente, con lo que quiera que eso signifique. "A lo largo de mi carrera lo que más he hecho ha sido tele. Sin embargo, mi primer curro en cine [El palomo cojo]fue un protagonista con solo diez años de edad. Empezar tan pequeño y con tanta responsabilidad se me quedó marcado, tanto por la manera de currar como por el rigor del equipo. A día de hoy me sigo tomando con esa misma disciplina mi trabajo como actor". Por ello, enseñar carnaza porque sí es hoy para él un anacronismo. "Es algo que aún me piden en televisión y que siempre he intentado hacer con sentido común, pero también hay que saber el producto que estás haciendo y a quién se lo estás vendiendo". Y uno piensa inevitablemente en los buenos tiempos de Un paso adelante, la serie española más vendida y adaptada en el extranjero. "¡Esas duchas mixtas marcaron un antes y un después!", recuerda con una sonrisa. Y no le falta razón. A él le encumbró también como cantante, cargando con el peso de todo el fenómeno fan de la serie. "Dejé de cantar cuando se acabó la serie porque no tenía sentido para mí. Saqué un disco en solitario en Europa[que no permitió que se editara en España para no interferir en su carrera como actor] y viví una experiencia única. Como cantante me lo curraba, pero no tenía talento, así que creo haber escogido el camino correcto". Y ha dejado escapar varios proyectos en teatro para empezar en septiembre a ensayar la próxima película de Garci, una historia policiaca que trae al Madrid del XIX nada menos que a Sherlock Holmes.